equinoccio y solsticio
Los anuarios de todo el mundo son cálculos numéricos que dejan predecir el movimiento de los objetos celestes hacia el futuro. El día de hoy se tiene una cantidad esencial de datos sobre su situación, introduciendo asteroides, “pero es esencial seguir observando los solsticios”, concluyó. El astrónomo explicó que los mexicanos observaban el fenómeno a simple vista, llevaban la cuenta y los registros. “De este modo enseñaban a otras generaciones a entender estos números, pues proseguían el camino del Sol durante ciclos”. Además, comprendieron que cuando el día es más largo nos encontramos en tiempos de calor y se representan con los periodos de secas y lluvias.
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Una particularidad de los equinoccios es que tanto el día como la noche tienen la misma duración; asimismo, los dos se encuentran separados por un intervalo de seis meses. Los equinoccios se muestran dos veces al año, el de primavera el de marzo y el de otoño el de septiembre, en el momento en que los rayos del sol caen verticalmente sobre el ecuador. Los solsticios asimismo se dan dos veces por año, el de verano el de junio y el de invierno el de diciembre, y sucede en el momento en que el eje de la tierra se encuentra inclinado, con lo que los rayos solares caen verticalmente sobre el trópico de Cáncer o de Capricornio. El solsticio de verano el día más largo del año, es en el momento en que el Sol se encuentra en su punto más inclinado. Por otra parte, el equinoccio es en el momento en que el Sol está justo sobre el plano de ecuador. En este 2020, el equinoccio de otoño para el hemisferio norte y el de primavera para el sur sucedieron el 22 de septiembre. El solsticio de invierno va a ocurrir para el norte el 21 de diciembre, y ese día es el de verano en el sur.
Pero esto es un grave fallo, ahora que hay una gran diferencia entre solsticio y equinoccio. El equinoccio lo reconocen de esta forma pues se identifica por tener exactamente la misma duración del día y la noche ya que el Sol está sobre el Ecuador del planeta Tierra. Incluso, la palabra equinoccio proviene del latín aequinoctium y significa “noche igual”. Daniel Flores Gutiérrez, del Centro de Astronomía de la UNAM, apunta que durante el equinoccio el Sol cruza el ecuador celeste de sur a norte de la Tierra, el día y la noche duran lo mismo e empieza la temporada de días cálidos. Esto marca la diferencia entre el día y la noche, al paso que a lo largo del solsticio estival el día mucho más largo y la noche más corta. A partir de el día de hoy, las horas de luz irán reduciendo y incrementando las de la noche. Llegará el instante en que el día y la noche duren lo mismo, otro equinoccio, pero está vez el de otoño, en el momento en que inicie el otoño en septiembre.
Durante este momento, el día y la noche tienen una duración exacta en todas unas partes del planeta. De aquí, llega el origen de la palabra, ‘equinoccio’ procede de las palabras latinas aequinoctium , “noche igual”. Los solsticios y equinoccios son fenómenos astronómicos que suceden dos veces al año cada uno de ellos y los que nos permiten diferenciar las estaciones. En Argentina el equinoccio de primavera tiene rincón en septiembre, en tanto que se encuentra en el hemisferio sur.
equinoccio y solsticio
Cuando el ecuador terrestre corta el plano de la Eclíptica, las horas de luz y obscuridad son las mismas, los equinoccios, y cuando el Sol consigue la mayor o menor altura en el cielo, son los solsticios de verano o de invierno. En tanto que la Tierra sigue inclinada en la misma dirección a lo largo de todo el año y algo mucho más, es fácil percatarnos que en una época del año el Sol está sobre el hemisferio norte de la Tierra, ahí es verano y en el sur va a ser invierno. Seis meses después, la Tierra va a estar al otro lado del Sol, y ahí el Sol va a estar sobre el hemisferio sur, en donde será verano y en el norte invierno. Al ir de un solsticio a otro, incrementan o reducen las horas de luz y obscuridad. Los equinoccios suceden en el momento en que el Sol está en el primer punto de Aries o en el primer punto de Libra. El primero es el punto del ecuador celeste donde el Sol en su movimiento de forma anual aparente por la eclíptica pasa de sur a norte con en comparación con plano ecuatorial, y su declinación pasa de negativa a efectiva.
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- La primavera se encuentra dentro de las épocas del año que algunas personas gozan, ya que los rayos del Sol son más intensos y se hacen diversos rituales para recargar la energía.
- Este 2021 el cambio de estación correspondió al 20 de marzo, y no al 21, dado a que la Tierra tarda precisamente 365 días en ofrecer la vuelta al sol, y ciertos años son bisiestos, por esa razón no coincide en el día en de año en año.
La pirámide se edificó de tal manera que, a lo largo del equinoccio, el sol proyecta la sombra sobre los bordes de las escaleras asemejando el cuerpo de una serpiente. Este suceso simboliza el descenso del dios Kukulcán, deidad serpiente maya. El equinoccio de primavera ha servido de fenómeno a fin de que, en distintas lugares del mundo, se celebre la entrada a la novedosa estación con distintas festividades cargadas de concepto. Al mismo tiempo, en el polo sur hay seis meses a la noche, no sale el Sol. La Tierra avanza en su camino cerca del Sol y al mismo tiempo rota sobre su eje. El tercer movimiento de la Tierra es similar al que tiene un trompo inclinado.
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Este ocurre dos veces al año; en la primavera en el Hemisferio Norte, mientras que en el otoño, se le conoce como equinoccio otoñal. Pese a que el calendario marca como el día de la entrada primavera el 21 de marzo, el equinoccio con el que se da comienzo a esta estación se da un día antes, el 20 de marzo. Cuando el Hemisferio Norte está mucho más cerca del astro, en esa zona del mundo ocurre el solsticio vernal; marcha del mismo modo cuando el Hemisferio Sur se «acerca» al Sol. El verano proseguirá a lo largo de tres meses, desde junio a agosto en el hemisferio norte y posteriormente llegará el otoño, con días menos largos y la llegada de temperaturas mucho más bajas.